Brasil es fútbol. Brasil son futbolistas que dominan el mundo desde que Pelé se hiciese con la corona de O´Rei. Brasil es fútbol en las playas, es el fútbol del pueblo. Brasil es samba y fútbol. Siempre unidos. La casa del fútbol es Brasil, aunque fueran los ingleses los que pusieran las reglas y patentasen el deporte. Y es la canarinha la que inaugura el Mundial en Sao Paulo, en un Itaquerao aún en obras pero que huele a fútbol. Brasil debuta ante una Croacia fresca, con Modric y el azulgrana Rakitic como estrellas frente a una selección brasileña ideada para ganar y darle a Neymar el derecho a recuperar el sello de 'jogo bonito' que se apropió la Roja en el Mundial de Sudáfrica.
Luiz Felipe Scolari ha confeccionado un bloque con la base del once titular que conquistó la Copa de las Confederaciones ante España. Una lista de convocados con futbolistas con experiencia en el fútbol europeo pero con una mínima experiencia mundialista: sólo 6 saben lo que es competir en el Mundial. Futbolistas que tienen una responsabilidad más allá del fútbol porque de ellos dependen cambiar la historia, sólo ellos pueden desterrar el 'maracanazo' del imaginario del fútbol brasileño y borrar todos los fantasmas si consiguen conquistar el sexto título mundial en Maracaná.
El país está empapelado con el mensaje de 'Rumo ao Hexa', ese hexacampeonato que busca la canarinha con el mismo entrenador que logró la última Copa del Mundo en Corea y Japón. Aquella selección tuvo a Ronaldo como máximo goleador pero Rivaldo o Ronaldinho Gaucho se repartieron los momentos de magia y Roberto Carlos o Cafú, la fuerza mental. La actual es una selección sin dupla. Una selección donde el '9' no tiene glamour, cuando históricamente se llevaba parte del protagonismo. Una selección que necesita a Neymar no sólo para ganar los partidos sino para recuperar el sello que hizo grande a Brasil y que Dunga maltrató a límites absurdos.
El sueño de este Brasil es conquistar la Copa ejerciendo de Brasil. El planning de Scolari pasa por presentar un equipo moderno, que presione la construcción de balón de Croacia desde el primer instante, sin dejarles respirar, con Dani Alves incorporándose al ataque y un centro del campo que mueva con velocidad la bola. Scolari ha dado a Neymar libertad pero también cobertura. Ney es el dueño del balón y no hay un solo jugador de la seleçao que no lo tenga claro, aunque después hablen del grupo, de solidaridad. Neymar es la estrella. La que más brilla en Brasil. La que más presión va a recibir, dentro del campo y fuera.
Olodum pondrá la música baiana al espectáculo de inauguración, un homenaje a la samba en sus orígenes del 'Pelorinho'. En el vestuario, la canarinha escuchará la música del grupo más popular de Brasil mientras se prepara para poner el fútbol.
Cuando empiece a rodar el balón, las protestas o las huelgas pasarán a un segundo plano. Somos unos privilegiados. Vamos a vivir el Mundial de Brasil, en el país que inventó el 'jogo bonito', en la casa del fútbol.
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